sábado, 11 de octubre de 2014

Desarrollo cerebral de los adolescentes

¿Sabías que….?

  La Revista Times publicó un artículo interesantísimo sobre el ‘desarrollo del cerebro adolescente’ (“Teen Brain”). Se basa en el seguimiento longitudinal de tomografías computarizadas del cerebro de niños desde su desarrollo intra-uterino hasta la adolescencia y estudios del ganador del Premio Nobel Gerald Edelman.
Destacan los siguientes descubrimientos:
·         Durante el desarrollo fetal (3-6 meses de gestación) el cerebro adquiere la mayor densidad neuronal en el cerebro.
·         Electrodos cerebrales indican que hay actividad de ondas similares a las del sueño (REM).
·         En el noveno mes de gestación sufre un adelgazamiento sustancial de masa cerebral.
·         Se presupone que un adelgazamiento anormal del cerebro puede ser la causa de autismo o esquizofrenia.
·         A los 6 años ya tiene el 95% del tamaño de un cerebro adulto.
·         De 6-12 años las neuronas tienen múltiples ramificaciones e interconexiones (muchas mas que adultos)
·         Entre los 11 y 12 años hay un engrosamiento de la materia gris (neuronas en corteza).
·         A los 20 años se adelgaza la corteza 7%.
·         A los 25 años se logra la madurez cerebral.
·         A los 40, se engrosan los axones y dendritas revistiéndose de mielina protectora.
·         Los adolescentes aun no tienen madurez cerebral. Ya presentan madurez de la amígdala (núcleo en el lóbulo temporal) mismo que determina su reactividad emocional visceral. Por ello se justifica su búsqueda de emociones extremas; pero aun no logran una lectura de señales emotivas de los gestos, fidedigna. Frecuentemente  equivocan su percepción, con la lectura errónea de señales de agresión u hostilidad.
·         Ya tienen madurez del sistema límbico (centro emocional), mismo que regula la secresión hormonal de las glándulas adrenales, que determinan los efectos de excitación  (dopamina) o regulación de su humor o temperamento (serotonina), íntimamente relacionados con la ingesta de alcohol.
·         Sin embargo, hay inmadurez del  núcleo accumbens , responsable de la motivación y la búsqueda de alicientes…por lo que son incapaces de pre-ver o planear a largo plazo.
·         Tambien hay inmadurez de la corteza pre-frontal.

 Por ello, la toma de decisión y el cambio de comportamientos de los hijos dependerá de su edad y madurez cerebral:
  •  Los niños responden a estímulos básicos de los cinco sentidos, Entienden lo que ven, tocan, sienten en el presente. Por ello , su formación requiere de disciplina y delimitaciones claras. Con ellos, no se puede apelar al entendimiento o a la lógica.
  • Los adolescents, responden emocionalmente. La music, los movimientos la velocidad...los estimula. Pero aún no desarrollan el pensamiento abstracto. Por ello, su lógica se limita a lo inmediato.
El planear o coneptualizar decisions preventivas, por ejemplo, requiere abstracter el futuro. Estas son cualidades de madurez. Somos los padres responsables de entender que los hijos aún no tienen capacidad de entender las cosas como nosotros las entendemos.

viernes, 3 de octubre de 2014

Cómo querer a mi esposo

Nos tenemos los unos a los otros para re-conocernos. 
Existe un viejo aforismo que cuestiona lo siguiente:
Si un árbol cae en el bosque, y nadie lo oye; nadie lo ve; nadie se percata que cayó…¿Cayó en realidad?
Si nadie hace echo de lo que digo; nadie me escucha; nadie me ve….¿Cómo puedo proyectar lo que soy y reflejarme, para verme y conocerme mejor ?
 Me conozco a través del ‘otro’ porque me reflejo en él.

 Proyecto en el ‘otro’, aquellas cualidades o defectos que yo mismo/a, poseo.
 Admiro en los demás, aquello que re-conozco porque lo tengo. Me enoja el ‘otro’, porque soy igual.
 
El problema no es tu esposo; tu madre; tu hermana o la compañera con la que vives….el problema eres tú.
Cuando nos peleamos, en realidad estamos respondiendo a algo con lo que nos identificamos, porque somos iguales. Puede ser una cualidad que me recuerda a alguien (la mayoría de las veces, a nuestro padre o a nuestra madre); algo que no he procesado o perdonado. Nos enojamos porque nos reflejamos en el ‘otro’.
Los científicos han demostrado que tenemos células receptoras en el cerebro que responden ‘en espejo’ a los demás. Imitamos o reaccionamos a través de la identificación, porque nos ‘espejeamos’…y por eso, nos enganchamos. Se llama empatía.
Si te enojas…
Detente. Aléjate de la experiencia, ya sea física o emocionalmente. Obsérvate.

 ¿Cómo estás reaccionando? ¿A quién te pareces? ¿Quién reacciona o reaccionó así en tu pasado?
Muchas veces repetimos inconscientemente, los patrones que vivimos en nuestra infancia, e invariablemente, somos nosotros quien provocamos al que nos hace enojar.
Escogemos parejas que se parecen (ya sea en algo positivo o negativo), a nuestro padre o a nuestra madre y muchas veces reaccionamos como ellos. Si recordamos que se llevaban mal, vamos a repetir los mismos patrones.
Desgraciadamente, muchos no contamos con padres o madres que mostraran su afecto a la pareja o a los hijos. Quizá sus padres tampoco lo hicieron.
Tenemos que romper el círculo vicioso de la repetición de comportamientos ‘en automático’; inconscientes.
Desarrollando consciencia de lo que hago; cómo lo hago y porqué…es el primer paso. Solo entonces podré DECIDIR Y CON VOLUNTAD, CAMBIAR.